Maltrato animal


Tauromaquia.

Decenas de miles de toros y novillos mueren en los ruedos cada año, sin contar a los“ becerros”  (toros menores de 3 años). Antes de su agónico final, estos animales tuvieron que pasar por otros tormentos:  la traumatizante  práctica de la “tienta” a los dos años de edad para probar su futura “valía” en el ruedo, el “marcado” a fuego con un hierro incandescente  y la separación de sus familias.
Antes de saltar a la arena, y para provocar al animal de manera que se defienda envistiendo,  se le somete a golpes en riñones y testículos, y se le clava en la espalda un arpón con los colores de la divisa.

Una vez en la plaza la puya y las banderillas  les desgarrarán tejidos internos, por lo que quedarán debilitados e incapaces de levantar la cabeza; la espada de hasta  1 metro de largo les destrozará pulmones, hígado, diafragma o corazón. Si la espada no es suficiente se le clavará el “descabello”  y probablemente la “puntilla” también, armas que penetran entre las cervicales e intentan seccionar la médula espinal y dejar al toro incapaz de mover ningún músculo,  siendo común que  lleguen aún vivos al matadero.

Caza.

La caza o actividad cinegetica es considerada un deporte. Víctimas de este sangriento deporte mueren miles de animales cada año. Existen varias modalidades de caza, la caza menor, que queda caracterizada por el tamaño de los animales a capturar. Suelen ser víctimas de este tipo de caza animales de pequeño tamaño tales como la perdiz, la tórtola, el conejo, ciertas aves acuáticas, especies migratorias, etc. La caza mayor, que se caracteriza por el mayor tamaño de los animales víctimas modalidad de la cacería. Se ejercita en el estado español sobre una serie de individuos de diferentes especies tales como el jabalí, el corzo, el ciervo o venado, el gamo, el muflón, la cabra montés y el arrui. Además existe la llamada caza acuática, y mueren por esta modalidad todas las aves acuáticas zancudas y palmípedas susceptibles de ser objeto de caza.
En la caza se suele hablar del "buen cazador", el que respeta la naturaleza, quien cuida a sus perros y los conoce, y jamás mata a animales enfermos, débiles o en peligro de extinción, y el "mal cazador", que mata indiscriminadamente, ahorca a los perros una vez éstos no le son útiles y "descuida la naturaleza". En ambos casos la actividad es la misma, disparar a un animal por diversión y como veremos e independientemente del argumento que se sostenga ambos casos son igual de injustificables.

Consumo de carne.

Más de 28 millones de cerdos, 2,5 millones de vacas (explotadas tanto por su leche como por su carne) y 700 millones de aves, además de incontables peces y otros animales no humanos mueren cada año solo en España para acabar siendo "comidos" por nosotros. La producción de carne implica siempre la muerte y el sufrimiento de un animal, a pesar de que, en general, todos los animales independientemente de nuestra especie tenemos un sistema nervioso que nos hace experimentar sensaciones.
Los animales disfrutamos y queremos seguir disfrutando, por ello cada uno de nosotros tiene interés en vivir, y en hacerlo según nuestras necesidades y deseos. A pesar de ello, desde pequeños se nos enseña a ignorar este interés en los demás animales (no olvidemos que nosotros también somos animales), y cada año millones de ellas/os son llevados al matadero por el simple hecho de no pertenecer a nuestra especie.

Pieles

Los demás animales (no olvidemos que los humanos también somos animales) son utilizados como medios para proporcionarnos pieles y pelo con los que protegernos del frío y vestirnos. Criamos vacas y ovejas, cazamos focas, enjaulamos visones, zorros, etc. impidiendo que estos animales disfruten de sus vidas, y finalmente les matamos para hacer prendas de vestir con sus pieles o con su pelo. Todos los animales (humanos o no) necesitamos protegernos ante las inclemencias del tiempo, pero ello no nos legitima a quitarle la piel a otro para cubrirnos nosotros, ¿o acaso nos gustaría que nos matasen para arrancarnos la piel y hacer con ella unos zapatos?.


Zoos

Los zoos son prisiones en las que viven encarcelados cientos de animales con el objetivo de hacer disfrutar a quienes les visitan. En estas cárceles toda clase de animales con interés en ser libres son "expuestos" como lo son las obras de arte en un museo. Una visita a cualquier zoo es suficiente para darnos cuenta de que en ellos, la libertad es la gran ausente. Las jaulas, celdas y otros espacios más o menos reducidos son las "casas" donde se obliga a vivir encerrados a muchos animales, lejos de sus hábitats naturales e igual de alejados de una vida satisfactoria.
Animales como leones, tigres, ciervos, elefantes, etc. que normalmente recorren largas distancias en un corto periodo de tiempo buscando comida y que necesitan el contacto con otros animales como ellos, pasan los días aburridos y solos, o con no más de otro individuo de su propia especie. Sus conductas "habituales" son reguladas y eliminadas con regímenes de comida y apareamiento. El día a día en los zoos es monótono y repetitivo. En la mayoría de los casos no existe ningún tipo de privacidad ni estímulo, y por ello -al igual que ocurriría con nosotros- los animales sufren física y emocionalmente. Este padecimiento debido a la falta de libertad es algo tan evidente que en muchos zoos sólo hay que fijarse un poco para ver animales con trastornos psicológicos debido al estrés y la ansiedad que vivir encerrados les causa. Muchos de ellos manifiestan conductas estereotipadas, es decir, repiten monótonamente el mismo patrón de conducta o movimientos.